Ojos, nariz y la garganta suelen presentar síntomas tras la caída de ceniza o tras la exposición al aire con ceniza. La exposición a cenizas suspendidas en aire puede generar síntomas respiratorios como disminución en el flujo expiratorio forzado y un incremento en la sintomatología respiratoria.5 Las cenizas pueden generar broncoespamos en la vía respiratoria en infantes y adolescentes. La ceniza también se sabe haber causado irritación tanto en las vías respiratorias como en la piel.5 Poblaciones humanas en áreas de caída de ceniza también han registrado estrés y fluorosis en dientes y huesos así como mayor incidencia de mesotelioma pleural maligno, carcinoma, fibrosis pulmonar y daños en el ADN.5 Otras alteraciones de la salud detectadas en personas expuestas a cenizas incluyen una disminución de los niveles de las proteínas C3 y C4 y de inmunoglobulina G.

Partícula de ceniza vesiculada proveniente del monte Santa Helena.
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